Artículo Original
Terapeutas tradicionales andinos en un contexto de cambio: el caso de Churcampa en el Perú
Traditional andean healers in the context of change: the case of Churcampa in Peru
Julio Portocarrero1,a, Helen Palma-Pinedo2,a, M. Amalia Pesantes3,b, Gerardo Seminario3,a, Claudia Lema3,4,c
1 Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, Perú.
2 Dirección General de Epidemiología. Ministerio de Salud. Lima, Perú.
3 Salud Sin Límites. Lima, Perú.
4 Centro de Excelencia en Enfermedades Crónicas. Lima, Perú.
a Licenciado en Antropología; b antropóloga médica, PhD; c antropóloga médica, magíster
RESUMEN
Objetivos. Describir la diversidad de terapeutas tradicionales, sus vínculos con el sistema de salud oficial y los cambios en sus recursos terapéuticos, en dos comunidades rurales de los andes en Churcampa, región de Huancavelica, Perú. Materiales y métodos. Estudio cualitativo en el que se combinan tres técnicas etnográficas: entrevistas en profundidad, observaciones y acompañamientos a terapeutas tradicionales y personal de salud. Resultados. Se identificaron 58 terapeutas, clasificados como curanderos, parteros y hueseros. La mayoría de terapeutas entrevistados aprendió su labor siendo joven y muy pocos tuvieron un maestro o mentor. La gran mayoría señaló tener reparos para vincularse con los establecimientos de salud más allá de las referencias. No había un trabajo articulado entre personal de salud y terapeutas tradicionales. Sin embargo, cuando sucedía, el personal de salud prefería a aquellos terapeutas que tuvieran la disposición para adecuarse a las necesidades de los servicios de salud. Se encontró que buena parte de los terapeutas estaban cambiando sus prácticas debido a la influencia de las iglesias evangélicas. Ningún terapeuta contaba con discípulos para transmitir sus conocimientos y prácticas. Conclusiones. Existe una gran diversidad de terapeutas tradicionales. Esta diversidad viene disminuyendo, entre otros factores, por el avance de las iglesias evangélicas. Los terapeutas tradicionales refieren a algunos pacientes al establecimiento de salud; mientras que el personal de salud establece relaciones jerárquicas de trabajo con los terapeutas. Se requiere trabajar estas actitudes del personal de salud pues la base de un enfoque intercultural es el trabajo articulado y horizontal entre ambos sistemas.
Palabras clave: Medicina
tradicional; Etnografía; Chamanismo; Perú (fuente: DECS/Bireme) ABSTRACT Objectives. Describe the diversity of traditional healers, their links with the formal health system and changes in their therapeutic resources in two rural Andean communities in Churcampa, in the region of Huancavelica, Peru. Materials and methods. Qualitative study which combined three ethnographic techniques: in depth interviews, observations and accompaniments to traditional healers and health care personnel. Results. 58 traditional healers, classified as healers, midwives and bonesetters were identified. Most healers interviewed learned their work while young and few had a teacher or mentor. The vast majority have objections to linking with health care facilities beyond referrals. There was no coordinated work among health personnel and traditional healers. However, when it happened, health personnel preferred those healers who have the willingness to adapt to the needs of the health services. We found that most of the healers were changing their practices due to the influence of evangelical churches. No healer had disciples to transmit their knowledge and practices. Conclusions. There is great diversity of traditional healers. This diversity is decreasing, among other factors, by the advance of the evangelical churches. Traditional healers refer some patients to the health facility; while health personnel establish hierarchical working relationships with the healers. It is necessary to work on these attitudes of the health care personnel, since the basis of an intercultural approach is to have coordinated and horizontal working relationships between both systems.
Key words: Medicine, traditional; Ethnography; Shamanism; Peru (source: MeSH/NLM) INTRODUCCIÓN Todo sistema de salud cuenta con agentes encargados
de prevenir, tratar y cuidar la salud de las personas,
las familias e, incluso, la comunidad en su conjunto (1).
Estas personas suelen ser denominados “terapeutas”
o “sanadores”; existen distintos tipos dependiendo
de su especialización y de los recursos terapéuticos
empleados (2). Los mecanismos de legitimación de
sus conocimientos y prácticas varían de un sistema
médico a otro. Mientras que en algunos sistemas el
reconocimiento de sus terapeutas está estandarizado y
existen instituciones nacionales y supranacionales que
validan sus conocimientos y procedimientos, en otros
sistemas su legitimación recae casi exclusivamente en
el reconocimiento de la comunidad en la que ejercen (3).
Asimismo, mientras que algunos terapeutas han recibido
una formación altamente institucionalizada, otros han
aprendido su labor sobre la base de la experiencia y la
preparación personalizada (4). Se conoce como terapeutas tradicionales a quienes
utilizan una serie de recursos terapéuticos heredados de
sus ancestros para prevenir y tratar los padecimientos
de los miembros de sus comunidades. Estos recursos
terapéuticos pueden ser bastante eclécticos y combinar
los conocimientos ancestrales con otros adquiridos a
través de su experiencia, de otras tradiciones, e inclusive
de prácticas terapéuticas de grupos religiosos. Algunos
terapeutas incluyen también elementos de la misma
biomedicina promovida desde los establecimientos de
salud oficial (5). En el Perú, es posible encontrar diferentes tipos de
terapeutas tradicionales como parteras, sobadores, hueseros, adivinadores, interpretadores de sueños,
o vegetalistas (6). Estos pueden ser clasificados por
el tipo de padecimientos que tratan, por el repertorio
terapéutico que manejan (7) o la dimensión del mundo
al que se desplazan o con el que se comunican para
tratar. Estas clasificaciones no son siempre útiles para
entender la labor que los terapeutas realizan, debido a
que, aunque algunos terapeutas se encuentran bastante
especializados, otros se mueven entre diferentes
prácticas y padecimientos. Frente a esto, se propone
una clasificación de menor especificidad basada en dos
grandes grupos de terapeutas (8). El primer grupo está
conformado por terapeutas que comunican el mundo
terrenal con el sobrenatural con fines religiosos y/o
terapéuticos (9,10), ellos pueden mantener el control de
la moral comunal, predecir el futuro de las siembras,
diagnosticar enfermedades, hacer pagos a la tierra o
hacer sacrificios a las divinidades para contrarrestar
enfermedades(11). Un segundo grupo está compuesto por
terapeutas que curan enfermedades o padecimientos
a partir del conocimiento de las propiedades curativas
de las plantas y otros productos, así como de su
preparación (12); estos trabajan también con la energía,
los malos sentimientos, los pensamientos o las ideas
de las personas (13). Estos terapeutas suelen conocer el
funcionamiento de la anatomía y la biología humana, a fin
de corregir desequilibrios orgánicos y del pensamiento. Por lo general, los terapeutas tradicionales viven en
un contexto de pluralismo médico en el que coexisten
diferentes tipos de curadores, marcos institucionales y
repertorios de salud de diversos sistemas médicos (14).
Los intercambios entre terapeutas de distintos sistemas
no siempre son armoniosos. Las relaciones entre
terapeutas pueden basarse en la cooperación o estar
a la base de conflictos (15). Incluso, dentro de un mismo
sistema pueden existir competencias y enfrentamientos
por la búsqueda de reconocimiento o por la interpretación
de las enfermedades, entre otros aspectos (16). En este artículo se presentan los resultados de un
mapeo de terapeutas tradicionales realizado en los
distritos de Anco y Paucarbamba en Huancavelica, Perú.
A partir los hallazgos se propone una reflexión sobre las
posibilidades de desarrollar un enfoque intercultural que
garantice que la interacción entre los terapeutas de la
biomedicina y los tradicionales se dé sobre una base de
diálogo y respeto mutuo para un trabajo coordinado (17). MATERIALES Y MÉTODOS Se realizó un estudio cualitativo en el que se combinaron
tres técnicas etnográficas: entrevistas en profundidad,
observaciones y acompañamiento a terapeutas
tradicionales. El trabajo fue realizado por un periodo de
dos meses y medio, durante el año 2012, y se concentró
en dos distritos de la provincia de Churcampa: Anco y
Paucarbamba. Ambos distritos son predominantemente
rurales y con una población mayoritariamente quechua
hablante. Presentan, además, los más altos niveles de
pobreza y los más bajos índices de desarrollo humano
de la región y del país. Las entrevistas se realizaron tanto a personas de la
comunidad, como a terapeutas tradicionales y personal
de salud; se priorizó a aquellos que tenía más tiempo
trabajando en la zona o tenía un mayor conocimiento o
contacto con la comunidad. Durante el trabajo de campo se entrevistó, acompañó
y registró la actividad de terapeutas tradicionales, de
miembros del personal de salud y de representantes
de iglesias evangélicas de ambos distritos. Para la
identificación de los terapeutas tradicionales se usó
la estrategia de bola de nieve, en el que los primeros
entrevistados nos llevaban hacia otros en un proceso que permitió identificar a más de cincuenta sanadores
de diverso tipo. Se incluyó a los terapeutas reconocidos
como tales por la población y se buscó tener una muestra
diversa que abarcara diferentes especialidades, sexo
y nivel de experiencia. Todas las entrevistas fueron
realizadas por investigadores de campo bilingües con
dominio del quechua y castellano. Las entrevistas fueron transcritas y traducidas del
quechua al castellano por los investigadores de campo;
posteriormente, fueron codificadas y procesadas en
el software Atlas.ti por el investigador principal del
estudio, de acuerdo con las categorías planteadas en
el diseño de la investigación. Todos los entrevistados
fueron informados previamente de los objetivos de la
investigación y se contó con su consentimiento verbal,
la entrevista abordó únicamente temas vinculados con
su función como terapeutas en su comunidad, evitando
abordar temas sensibles, personales o cualquiera que
pudiese vulnerarlos. RESULTADOS TERAPEUTAS TRADICIONALES Se identificaron 58 terapeutas, clasificados como:
curanderos o hampiq, parteros u onqochiq y hueseros.
La categoría curanderos incluye una gran diversidad de
terapeutas pues se refiere tanto a aquellos que curan
con plantas medicinales como a quienes se vinculan
con el mundo sobrenatural para tratar a sus pacientes. Las categorías en la Tabla 1 no son necesariamente
excluyentes; buena parte de parteros(as) identificados
realizaban otro tipo de prácticas terapéuticas no
relacionadas con el embarazo o parto. De igual forma,
algunos hueseros ofrecían terapias propias de los
clasificados como curanderos. En la Tabla 2 se presenta la proporción de hombres
y mujeres identificados como terapeutas (47 y 53%
respectivamente). Existen ciertas diferencias entre
las especialidades identificadas y el sexo de los
especialistas. Mientras que en el caso de las mujeres
existe una proporción similar entre las tres especialidades
principales, la mayoría de varones fueron clasificados
como hampiq o curandero y en segundo lugar como
huesero. La mayoría de los terapeutas combinan sus actividades
con labores de subsistencia (agricultura, comercio). Los
más reconocidos tienen un amplio ámbito de acción
abarcando incluso el ámbito regional. Esto parece
ser un fenómeno masculino ya que las especialistas
mujeres atienden, sobre todo, en su ámbito local. Si bien
esta diferencia guarda relación con los roles de género
en sociedades rurales, también tiene que ver con la
especialidad ejercida. Aquellos que cumplen funciones
médico-religiosas, es decir, quiénes pueden tanto curar
como adivinar la suerte y hacen pagos para restituir un
alma o bendecir una casa, son los que más demanda
tienen fuera del ámbito local. FORMAS DE APRENDIZAJE La literatura existente indica que en el Perú, los terapeutas
tradicionales presentan tres formas principales de
iniciación en determinado saber terapéutico (13). a. La selección natural/mítica: implica una manifestación
hecha por seres superiores que se manifiestan, por
ejemplo, a través de sueños, la caída de un rayo u
otro fenómeno extraordinario. b. A partir de un maestro o mentor que puede ser un
familiar o no. c. A partir de la experiencia, observación y reflexión
propia. Según los testimonios recogidos, la mayoría de
terapeutas aprendió su labor siendo jóvenes. Muy pocos
(solo dos) tuvieron un maestro o mentor, o contaron con
un terapeuta tradicional en su familia. La mayoría declara
haber aprendido ante la necesidad, al encontrarse con
familiares o personas cercanas con alguna enfermedad
o padecimiento. Por ejemplo, algunas parteras señalan
haber aprendido cuidando de sus hermanas o hijas.
Este fenómeno se aprecia también en los sobadores,
que desarrollaron sus habilidades al tratar los problemas
músculo-esqueléticos de algún miembro de su familia,
ganando prestigio cuando sus habilidades trascendieron el ámbito inmediato y la comunidad comenzó a reconocer
sus competencias como sanador: Mi esposa desde niña sufría de wiksakuyu, su
barriga se había acostumbrado a un lado nomás,
incluso, cuando se embarazó se sentía a un costado.
Yo mismo tuve que masajearlo y sacudirlo todas las
noches, luego vio que se sentía bien y mejoró su
salud. Luego una persona se enteró de eso, era un
señor que sufría durante muchos años con iguales
dolores en la barriga, nadie sabía por qué. Cuando
lo trajeron vi que la barriga estaba desparramada
(wiksamasta), y le hice masajes hacia el estómago
y sacudidos boca abajo de manera que devolvía
el estómago a su sitio, esto lo hice por curiosidad.
Pero al día siguiente había enviado a su hijo
comunicándome que había mejorado y pidiéndome
que le vuelva a tratar una vez más. Y así fue que
volví a tratar y esta persona se sanó. De allí fui
aprendiendo. Esta persona ha ido difundiendo la
noticia, y desde ese entonces es que la gente me
busca. Yo no busco trabajo, ellos mismos vienen
a buscarme, y yo no puedo negarme a ayudar
(Terapeuta, Churcampa). Muchos terapeutas refieren haber aprendido sobre la
base de la práctica, buscando referentes más allá de la
medicina tradicional de sus comunidades, y recibiendo
consejos de diferentes especialistas y no especialistas.
Muchos señalan haber probado la efectividad de su
repertorio terapéutico sobre la base del ensayo y error
así como por los resultados obtenidos en sus pacientes. Los terapeutas que mencionaron algún maestro
o mentor fueron los especialistas que vinculan lo
terrenal con lo divino. Sin embargo, ninguno de estos
agentes tenía en el momento de la investigación algún
aprendiz e indicaron que esto difícilmente iba a ocurrir.
El conocimiento que manejan es producto de una
revelación que no se da con frecuencia; su preparación
no es sencilla pues hay que pasar periodos de tiempo
en soledad, aprendiendo y experimentando. Finalmente,
refirieron que se debe invertir mucho tiempo y recursos
buscando la curación de algunos pacientes, por lo que
no es una actividad atractiva para los jóvenes. Lo mismo
ocurre con el resto de terapeutas. La mayoría de los entrevistados indicaron que no existen
candidatos a aprendices. Explican que las generaciones
más jóvenes no tienen interés en aprender, ni le dan la
importancia debida. También se señaló que aunque así lo
quisieran no disponen del tiempo ni los recursos suficientes
para enseñar sus conocimientos a otra persona. De acuerdo con los testimonios recogidos, el número
de especialistas ha disminuido con el tiempo. A la falta
de aprendices y personas “inquietas” (interesadas
por aprender) por recibir el conocimiento adquirido
se suman las amenazas de algunos trabajadores de
los establecimientos de salud y pastores de iglesias
evangélicas. Esto hace que muchos sanadores se
escondan y disuade a otros de comenzar a ejercer
este rol. Una buena proporción de los entrevistados
mencionó la presencia de las iglesias evangélicas como
un elemento asociado no solo a la reducción sino a la
transformación de los terapeutas tradicionales. TERAPEUTAS Y EVANGÉLICOS Una proporción importante de los clasificados por la
población como curanderos (un tercio) negó serlo o
afirmó no identificarse con el término, describiendo su
especialidad según el tipo de repertorio terapéutico
utilizado. De este grupo, la gran mayoría eran personas
convertidas a la Iglesia Evangélica Pentecostal o a los
“Israelitas del Nuevo Pacto Universal”. Ellos continuaban
considerándose sanadores pero habían cambiado
varias de sus ideas y prácticas terapéuticas. Uno de los
principales cambios se dio en la etiología de los males.
Buena parte atribuía al “diablo” o “demonio” lo que antes
era interpretado por ellos mismos como una acción de
seres sobrenaturales tradicionales con personalidades
complejas que podían hacer tanto el bien como el mal y
con los que se debía negociar guardando relaciones de
reciprocidad. Este hecho ha transformado parte de su
repertorio terapéutico. Por ejemplo, la mayoría de los sanadores evangélicos
señalaba haber abandonado las prácticas de adivinación,
diagnóstico y tratamiento a través de divinidades y el
desarrollo de “pagos” a la tierra y apus. La mayoría
declaró haber adquirido la capacidad de diagnosticar
e identificar tratamientos a través de la oración, los
cantos religiosos y la comunicación con Dios. Sus
terapias actuales incluían cambios en los estilos de
vida de los pacientes como dejar de tomar y fumar o
acudir con más frecuencia a la iglesia. Algunos de estos
especialistas evangélicos habían adoptado al “requinto”
dentro de su repertorio terapéutico, esto consiste en
tratar el padecimiento de una persona que sufre debido
a agentes malignos, expulsando el mal de su cuerpo a
través de rezos y alegatos en nombre de dios. ACCIONES DE ARTICULACIÓN ENTRE TERAPEUTAS
TRADICIONALES Y PERSONAL DE SALUD OFICIAL En el Perú, un reto pendiente es el trabajo articulado entre
los terapeutas tradicionales y el servicio de salud oficial. Al
indagar sobre el tema, encontramos diferentes posiciones.
La mayoría de terapeutas tradicionales entrevistados
considera que su conocimiento y terapéutica no es
excluyente del servicio de salud oficial, y que pueden actuar en paralelo o de manera complementaria. Esto se
evidencia al observar que la mayoría de terapeutas ha
realizado en el último año algún tipo de referencia hacia
los centros de salud (Tabla 3). La mayoría de terapeutas señaló tener reparos para
vincularse con los establecimientos de salud más allá de
las referencias. Esto tiene que ver, en parte, con la forma
en que se han relacionado previamente con el servicio.
Por ejemplo, un trabajador de salud de Anco recordó
que hace un par de años uno de sus colegas amenazó
a una curandera diciéndole “que no se metiera porque
sino, la denunciarían.” Eventos como este amedrentan
a los terapeutas. Para el personal de salud entrevistado los casos de
colaboración deben darse en sus términos. El personal
de salud considera que son ellos quienes deben
definir cuándo y cómo deben participar los terapeutas,
manteniendo una relación vertical. Sí, ellos nos apoyan bastante, pero hay que poner en
claro algunas cosas, limitantes hasta dónde puede ir
su ayuda; en eso si soy muy enfática con ellos, en
cuanto a gestantes y sí me ha dado resultados. Pero
sí es posible, porque son personas accesibles que no
son cerrados (…) hemos tenido varias experiencias y
son ya, años de trabajo (trabajador de salud de Anco). Encontramos que los casos de articulación
experimentados en la zona parecen ser de carácter
unilateral: Con el señor Víctor hemos conversado y al menos
hemos llegado a un acuerdo. A veces, las gestantes
van en trabajo de parto y el Sr. Víctor mediante el
pulso les dice si falta o no para el parto. Entonces
hemos conversado con él para que ya no las
devuelva a su casa, porque muchas de ellas primero
van donde él, sino que las envíe directamente al
puesto de salud. Y que si va a hacer manteo a las
gestantes, porque ellas siguen creyendo que eso es
bueno para ellas, que lo haga en forma muy suave
y ya no en las últimas semanas de embarazo. Y que
si se presentan casos de hemorragia así sea muy
poquito que no se atreva ya a tocarlos y que las
mande inmediatamente al establecimiento de salud
(trabajador de salud de Paucarbamba). El personal habla de terapeutas tradicionales cerrados
y de los que no lo son. Esto implica dos elementos: el
primero es la apertura hacia el conocimiento biomédico,
el segundo es su disposición a obedecer al personal
de salud. Encontramos en nuestro análisis que los
terapeutas menos cerrados son las(os) parteras(os) y
hueseros; y los más cerrados son los curanderos que se
comunican con los apus y aquellos que participan de los
cultos evangélicos. El personal de salud considera que no sería adecuado
trabajar con cualquier terapeuta, ni de cualquier
especialidad. Esto tiene que ver con las prioridades del
servicio, la inocuidad de los tratamientos tradicionales y la
voluntad de adecuación de los terapeutas. Por ejemplo,
existe una fuerte aceptación de la adecuación de la
atención del parto. Esto, debido a que la atención del
parto tradicional fue desde inicios del 2005 especialmente
impulsada por distintos actores del Estado y la sociedad
civil en la zona de investigación. Churcampa estuvo muy
vinculada al desarrollo de la “Norma Técnica Nacional
para la Atención del Parto Vertical”, lo que ha facilitado
su incorporación en el trabajo cotidiano del personal
de salud. Se encontró que el personal de salud está
especialmente interesado en conocer las propiedades de
las plantas utilizadas por los terapeutas y la experiencia
de las parteras. Para el personal de salud, la articulación
con los sanadores sirve, sobre todo, para acercar a
los pacientes, pero no para considerar ni valorar su
conocimiento o eficacia terapéutica. DISCUSIÓN El presente estudio muestra un sistema tradicional que
atraviesa por una serie de procesos transformadores,
entre los cuales la presencia de las creencias evangélicas
son los que tienen mayor influencia. Estamos ante un
escenario de cambio en el que cada vez se utilizan menos
los rituales de comunicación con seres sobrenaturales y
hay variación en los recursos terapéuticos que manejan.
Como se ha visto en otros contextos, la paulatina
reducción de terapeutas tradicionales afecta la forma
cómo la población entiende su salud y los itinerarios para
solucionar sus dolencias (2). Este estudio ha sido realizado en dos distritos andinos
del Perú, lo cual limita la capacidad para extrapolar nuestros resultados a otros países de la región andina.
Sin embargo, estudios en otros países latinoamericanos,
como México, muestran que los sistemas de salud
indígenas siguen vigentes en zonas urbanas (17). Se evidencia la gran diversidad de terapeutas y su
marginación del sistema de salud oficial. Encontramos
que la mayoría de los terapeutas tradicionales tiene
reparos en relacionarse con el sistema de salud
biomédico, pero ponen en práctica algunas formas de
interacción, como la referencia de pacientes hacia los
establecimientos de salud. No se encontraron testimonios
de referencias desde el sistema de salud oficial hacia el
tradicional, que daría indicios de un enfoque intercultural
por atender la salud de la población. En el Perú, en el 2006, la Dirección General de Promoción
de la Salud (DGPS) del Ministerio de salud (MINSA)
publicó el documento técnico “Enfoque de derechos
humanos, equidad de género e interculturalidad en
salud: marco conceptual” que establece el uso de un
enfoque intercultural en los servicios de salud implica
generar condiciones para el trabajo articulado entre
terapeutas tradicionales y personal de salud (18). Como muestra este trabajo, una de las barreras para la
implementación de un trabajo articulado entre sistemas
de salud es el poco conocimiento que el personal tiene
de la cantidad y diversidad de terapeutas que ejercen
en su zona de trabajo y de las prácticas terapéuticas
que usan (19). Si el MINSA busca consolidar el uso de
un enfoque intercultural en los servicios de salud, un
primer paso es promover el desarrollo de mapeos como
el presentado en este estudio y propiciar encuentros
que faciliten el aprendizaje mutuo entre terapeutas y
personal de salud. Agradecimientos: a Médicos Mundi Navarra, a los terapeutas
de las zonas visitadas, a los pobladores que brindaron su
tiempo y apoyo. MAP tiene una beca posdoctoral del Consejo
Nacional de Ciencia y Tecnología (CONCYTEC). A Fernando
Carbone y Marcela Velásquez. Contribuciones de autoría: JP realizo la concepción y
diseño del artículo y con HPP participaron en la obtención
de resultados, análisis e interpretación de datos, redacción
del artículo y aprobación de su versión final. MAP, GS y CL
participaron en la redacción y revisión crítica del artículo,
además CL obtuvo el financiamiento para el trabajo. Fuentes de financiamiento: el presente artículo es producto
de una investigación solicitada, diseñada y financiada por el
proyecto “Un modelo integral e incluyente bajo un concepto de
derecho a la salud”, ejecutado en el Perú por Medicus Mundi
Navarra y Salud Sin Límites Perú y financiado por la Unión
Europea y el Gobierno de Navarra. Conflictos de interés: los autores declaran no tener conflictos
de interés Descargos de responsabilidad: los puntos de vista
expresados en esta publicación, no necesariamente reflejan
los puntos de vista de la Dirección General de Epidemiología. Referencias Bibliográficas 1. Sobo E. Theoretical and Applied Issues
in Cross-Cultural Health Research, En:
Ember M, Ember CR. Encyclopedia of
Medical Anthropology: Health and
illness in the World’s Cultures. New
York: Springer; 2004. p. 3-11.
2. Stacy Leigh P. “Found in Most
Traditional Societies”: Traditional
Medical Practitioners between Culture
and Development. In: Cooper F, Packard
R, ed. International Development and
the Social Sciences. Berkeley: University
of California Press; 1997. p. 259-90.
3. O’Connor B. Healing Traditions:
Alternative medicine and the health
professions. Philadelphia: University of
Pennsylvania; 1995.
4. Kleinman A. Concepts and a model
for the comparison of medical systems
as cultural systems. Soc Sci Med. 1978;
12(2B):85-95.
5. Singer M, Davison L, Gerdes
G. Culture, critical theory, and
reproductive illness behavior in Haiti.
Med Anthropol Q. 1988;2(4):370-85.
6. Delgado Sumar H. Los especialistas en
la medicina tradicional. Lima: Instituto
Nacional de Medicina Tradicional;
2000. 7. Delgado Sumar H. Las técnicas
curativas en el mundo andino: el
diagnóstico de las enfermedades.
Lima: Instituto Nacional de Medicina
Tradicional; 2000. 8. Delgado Sumar H. La pluralidad de la
medicina tradicional. Lima: Instituto
Nacional de Medicina Tradicional;
2000. 9. Bastien JW. Qollahuaya-Andean body
concepts: a topographical-hydraulic
model of physiology. Am Anthropol.
1985;87(3):595-611.
10. Reichel E. Cosmology, worldview
and gender-based knowledge
systems among the Tanimuka and
Yukuna (Northwest Amazon).
Worldviews.
1999;3(3):213-42.
11. Polia Meconi M. Despierta, remedio,
cuenta...: adivinos y médicos del
Ande. Lima: Fondo Editorial de la
Pontificia Universidad Católica del
Perú; 1996.
12. Reichel-Dolmatoff G. Rainforest
Shamans: Essays on the Tukano Indians
of the Northwest Amazon. Totnes:
Themis Books; 1997.
13. Delgado Sumar H. Las técnicas curativas
en el mundo andino: el tratamiento de las
enfermedades. Cuadernos de Medicina
Tradicional 7. Lima: Instituto Nacional
de Medicina Tradicional; 2000. 14. Ramírez Hita S. Donde el viento llega
cansado. Sistemas y prácticas de salud en la ciudad de Potosí. 2da Ed. La Paz:
Editorial Gente Común; 2010.
15. Castañeda Camey X, García Barrios C,
Romero Guerrero X, Nuñez-Urquiza
RM, Gonzalez Hernández D, Langer
Glass A. Traditional birth attendants in
Mexico: advantages and inadequacies
of care for normal deliveries. Soc Sci
Med. 1996;43(2):199-207.
16. Menéndez E. La enfermedad y la curación.
¿Qué es la medicina tradicional? Revista
Alteridades 1994;7:71-83. 17. Berenzon-Gorn S, Ito-Sugiyama E,
Vargas-Guadarrama LA. Enfermedades y
padeceres por los que se recurre a terapeutas
tradicionales de la Ciudad de México.
Salud Publica Mexico. 2006;48(1):45-56.
18. Perú, Ministerio de Salud. Documento
técnico: marco conceptual de los
derechos humanos, equidad de género
e interculturalidad en salud. Lima:
MINSA; 2006.
19. Cáceres Chalco E. El curandero: un
especialista andino. Grupo Pachawaray,
No. 11. Cusco: Grano de Arena; 1999.
p. 10-2. Correspondencia: Julio Portocarrero Gutiérrez. Dirección: Facultad
de Ciencias Sociales, Pontificia Universidad Católica del Perú, Av.
Universitaria 1801, San Miguel, Lima 32, Perú Correo electrónico:
juliocesarportocarrero@hotmail.com Recibido: 03-09-14 Aprobado: 07-07-15