Cartas al editor
Subregistro de accidentes por objetos punzocortantes en personal de salud de un hospital de Piura, Perú
Underreporting of health personnel accidents caused by sharp objects in a hospital of Piura, Peru
Mereyda Adanaqué-Gómez1,a, Anggela Loro-Gómez1,b, Nelson Purizaca-Rosillo1,2,b
1 Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Piura. Piura, Perú.
2 Sociedad Científica de Estudiantes de Medicina de la Universidad Nacional de Piura. Piura, Perú.
a Médico cirujano, b estudiante de Medicina
Sr. Editor. Debido a las características de las labores que realizan los trabajadores de salud (TS), es que existe entre ellos un riesgo incrementado de sufrir accidentes por objetos punzocortantes (AOPC). Este tipo de accidentes constituyen un problema de salud pública, debido a que los TS que los padecen deben ser considerados como expuestos a más de veinte patógenos diferentes (1), entre ellos a los virus de la hepatitis B (VHB), de la hepatitis C (VHC) y de la inmunodeficiencia humana (VIH). A ello se deben sumar los altos costos que los AOPC ocasionan. En países desarrollados, como EE. UU., se ha descrito que los costos anuales estimados producto de los AOPC, que incluyen tanto las pruebas diagnósticas de descarte como el tratamiento, pueden variar entre 118 a 591 millones de dólares americanos (USD); del mismo modo, en 2012 se señaló que en Italia estos costos alcanzaron los 7 millones de USD (2).
El adecuado control de este problema implica el reporte oportuno de los casos de AOPC, ello garantiza, además de una atención rápida, un eficaz seguimiento epidemiológico; sin embargo, los errores y omisiones en el reporte de los AOPC son frecuentes (3). En el Perú, desde el 2008 se inició el “Programa de Protección de la Salud de los Trabajadores de la Salud” que estableció un sistema de vigilancia de la salud de los TS y los lineamientos para la prevención de los AOPC y exposición ocupacional a agentes patógenos de la sangre (4), gracias al cual se ha incrementado el número de reportes de AOPC; no obstante, debido a que este programa se encuentra en vías de consolidación es probable que exista, todavía, una proporción considerable de AOPC sin notificación (1).
Con el objetivo de determinar el subregistro de AOPC sufridos por personal de salud del Hospital José Cayetano Heredia (HJCH) de Piura (Perú), correspondiente al año 2012, se realizó un estudio transversal durante el mes de febrero de 2013. El universo muestral estuvo conformado por los TS (médicos, enfermeras, obstetras, técnicos de enfermería e internos de medicina) que se encontraban en el registro de personal del HJCH y que hubiesen laborado en dicho hospital al menos durante todo el año 2012, con lo cual el tamaño del universo muestral fue de 459 TS. Para el cálculo del tamaño de la muestra se consideró un nivel de confianza de 95%, una proporción esperada de 19% (5), una precisión de 5% y una tasa de rechazo de 5%, con lo cual el tamaño planeado de la muestra fue de 165 TS. Se aplicó un muestreo aleatorio probabilístico estratificado por ocupación. Los datos se recogieron a través de una entrevista en la cual obtuvo información sobre edad, sexo, ocupación, AOPC, lugar del AOPC, percepción de la profundidad de la herida por AOPC, reporte del caso, y motivo de no reporte. Todas las encuestas se aplicaron previo consentimiento informado. Los datos se procesaron con el paquete estadístico SPSS Versión 18.0.
De las 165 personas encuestadas, el 30,9% fueron médicos; 32,7%, enfermeras; 28,5%, técnicos de enfermería; 3,0% obstetras; y 4,8%, internos de medicina. El 63,0% fueron mujeres. La mediana de la edad fue de 50 años. El porcentaje de TS que habían presentado como mínimo un AOPC fue 28,5% (47/165). De estas, el 51,1% (24/47) tuvo solo un AOPC; el 29,8% (14/47) tuvo dos, y el 19,2% (9/47) tuvo tres o más AOPC durante el 2012, contabilizándose un total de 94 eventos. La incidencia de AOPC fue 56,97% (94/165) y solo se reportó el 9,6% (9/94) de AOPC totales. Las características de los AOPC se presentan en la Tabla 1.
Se encontró que 44 TS no reportaron como mínimo un AOPC, de ellos, el 77,3% (34/44) manifestó que fue porque “pensó que el tipo de exposición era de bajo riesgo para VIH, hepatitis B o C”; el 9,1% (4/44) por “falta de tiempo”; el 6,8% (3/44) porque le “preocupaban aspectos de su confidencialidad”; el 4,5% (2/44) porque “no le pareció importante informar”, y el 2,3% (1/44) por otros motivos.
Estos resultados muestran que solo uno de cada diez AOPC es reportado en el HJCH, cifra que coincide con lo descrito en otros países en vías de desarrollo en los cuales la protección de los TS todavía no es completa (1). Del mismo modo, se encontró una alta proporción de TS que no reportaron los AOPC debido a que los consideró como una exposición de bajo riesgo para contraer VIH, VHB o VHC, a pesar de que se ha descrito que la autoevaluación del riesgo de transmisión después de un AOPC subestima el riesgo real (6). Esto se explica por el pobre conocimiento acerca de las AOPC, el cual podría explicarse tanto por el desinterés de los TS como por las pocas oportunidades de capacitación que brindan los empleadores. Otro punto preocupante fue encontrar que cerca de la mitad de los TS que tuvieron un AOPC, volvieron a presentar otro evento en el mismo periodo. Hecho que llama a la reflexión, ya que si el sufrir un primer evento incremente el riego de los TS de contraer infecciones, un segundo evento, incrementa ese riesgo de manera exponencial. Estos eventos podrían prevenirse con una adecuada consejería y seguimiento del personal desde el reporte del primer evento.
El estudio presenta algunas limitaciones. Si bien a la población se estratificó por ocupación, aun dentro de estas existen especialidades que tienen distinto grado de riesgo (como el caso de las especialidades quirúrgicas para el caso de los médicos). Tampoco se ha incluido a dos grandes grupos de riesgo: el personal de limpieza y los estudiantes de medicina. Pese a estas limitaciones este estudio pone de manifiesto una alta tasa de subregistro de los AOPC y la necesidad de una vigilancia más activa.
Fuentes de financiamiento: autofinanciado.
Conflictos de interés: los autores declaran no tener conflictos de interés.
Referencias Bibliográficas
1. Goniewicz M, Włoszczak-Szubzda A, Niemcewicz M, Witt M, Marciniak-Niemcewicz A, Jarosz MJ. Injuries caused by sharp instruments among healthcare workers--international and Polish perspectives. Ann Agric Environ Med. 2012;19(3):523-7.
2. Saia M, Hofmann F, Sharman J, Abiteboul D, Campins M, Burkowitz J, et al. Needlestick Injuries: Incidence and Cost in the United States, United Kingdom, Germany, France, Italy, and Spain. Biomedicine International. 2010;1(2):41-9.
3. Upjohn LM, Stuart RL, Korman TM, Woolley IJ. New HIV diagnosis after occupational exposure screening: the importance of reporting needlestick injuries. Intern Med J. 2012;42(2):202-4. doi: 10.1111/j.1445-5994.2011.02616.x.
4. Perú, Ministerio de Salud. Plan nacional para la prevención de accidentes punzocortantes y exposición ocupacional a agentes patógenos de la sangre. Lima: MINSA; 2009.
5. Jacob A, Newson-Smith M, Murphy E, Steiner M, Dick F. Sharps injuries among health care workers in the United Arab Emirates. Occup Med (Lond). 2010;60(5):395-7. doi: 10.1093/occmed/kqq039.
6. Diprose P, Deakin CD, Smedley J. Ignorance of post-exposure prophylaxis guidelines following HIV needlestick injury may increase the risk of seroconversion. Br J Anaesth. 2000;84(6):767-70.
Correspondencia: Nelson Purizaca Rosillo
Dirección: Urb. San José calle 5 N.° 661, Piura, Perú
Teléfono: 976402111
Correo electrónico: nelson691_1@hotmail.com
Recibido: 02-10-13
Aprobado: 16-10-13