SIMPOSIO: GÉNERO Y SALUD
El rol de las redes sociales y el empoderamiento de
las mujeres en medicina
The role
of social networks and women
empowerment in medicine
Elizabeth Espinoza-Portilla
1 Médica cirujana, doctora en Gobierno y Políticas Públicas
Victor J. Linares-Cabrera
2 economista, magíster en
Docencia Superior e Investigación Universitaria
1 Universidad ESAN, Lima, Perú.
2 Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión,
Huacho, Perú.
RESUMEN
Hoy en día la cantidad de médicos y profesionales
de salud que utilizan las redes sociales como vehículos principales para la
comunicación está en aumento. Las redes sociales ofrecen nuevas formas de conectarse,
facilitan la comunicación casi instantánea sin límites geográficos y sirven de
apoyo a estudiantes, médicos y profesionales de salud. Las redes sociales
pueden permitir que las mujeres en el campo de la salud obtengan apoyo que de
otro modo no tendrían. Este artículo describe el rol de las redes sociales para
contribuir al empoderamiento de las mujeres en medicina y discute las
oportunidades de utilizar las redes sociales como herramienta para acceder a mentoría y consejeros experimentados como modelos a seguir;
el apoyo e interacción entre pares; y el acceso a información y educación
continua.
Palabras clave: Redes Sociales; Mujeres; Médicos Mujeres; Envío de Mensajes por Twitter; Perú (fuente: DeCS BIREME).
ABSTRACT
Today, the number
of doctors and health professionals who use social networks as main venues for communication
is increasing. Social networks offer new ways to connect and can facilitate almost instantaneous communication without geographical boundaries and can support students, doctors and health professionals. Social networks can allow women in the health
field to obtain support that they
would not otherwise have. This article describes the role of social networks in contributing to the empowerment of women in medicine
and discusses the opportunities to use social networks
as a tool for: access to mentoring and experienced counselors as role models; peer support and interaction; and access to information and continuing education.
Keywords: Social Networking, Women, Women Physicians, Twitter Messaging, Peru (source: MeSH NLM).
INTRODUCCIÓN
La Agenda 2030 de los objetivos de desarrollo
sostenible de las Naciones Unidas establece la participación y el liderazgo de
las mujeres como fundamentales en todos los ámbitos del desarrollo (1). En
las últimas décadas, se ha manifestado una creciente participación de las mujeres
en puestos profesionales en medicina, particularmente tuvo un incremento
sistemático y muy significativo desde la década de los 80 (1).
Lograr una mayor participación femenina en el campo de la medicina es una
realidad que debemos estudiar, comprender y fomentar (2).
Sin embargo, las médicas —y de
manera similar el personal técnico femenino y las profesionales de la salud en
general— enfrentan una serie de barreras y desafíos que se manifiestan desde el
inicio de su formación. Las mujeres que abandonan sus estudios académicos luego
de comenzar sus carreras manifiestan diversos factores asociados, como la
desigualdad salarial, la falta de modelos a seguir, pocas oportunidades de
reconocimiento, dificultades para lograr una adecuada inserción laboral, poca
presencia en posiciones de liderazgo, menor participación femenina en
investigación, incluyendo brechas de financiamiento, falta de redes de
colaboración, y ambientes de trabajo no apropiados (3,4). Incluso se ha
reportado que las médicas y científicas reciben un trato dispar en los eventos
y conferencias, es decir, pueden ser invitadas a dar una conferencia, pero no
la charla magistral ni las ponencias principales, lo cual afecta negativamente
sus líneas de carrera (5,6).
En el campo médico
universitario, las médicas perciben salarios más bajos, comparados con los
médicos, y las investigadoras reciben menos fondos de organizaciones que
promueven la investigación, tienen menos oportunidades de publicar y son
promovidas a tasas más lentas y más bajas (7). Aunque se están
desarrollando iniciativas a nivel nacional y mundial para ayudar a avanzar y
promover a las mujeres a puestos de liderazgo, estas preocupaciones persisten
para las mujeres que intentan ascender a posiciones más altas en el ámbito
médico y universitario (8). Por ello, las mujeres deben considerar
otras estrategias y enfoques complementarios para obtener las habilidades
necesarias para impulsar su vida profesional.
Por otro lado, hoy en día la
cantidad de médicos y profesionales de salud en general que utilizan las redes
sociales como vehículos principales para la comunicación está en aumento (8). Las
redes sociales ofrecen nuevas formas de conectarse y pueden facilitar la
comunicación casi instantánea sin límites geográficos y pueden servir de apoyo
a estudiantes, médicos y profesionales de salud (9-11).
En este contexto, las médicas
y profesionales de salud han revelado a través de las redes sociales muchos
aspectos de su vida profesional, incluyendo particularidades de su vida
personal y profesional (8). Sus discusiones virtuales han logrado
concientizar sobre cuestiones relacionadas con el empoderamiento de las
mujeres en medicina y en la salud (8). Incluso las redes sociales
podrían permitir que las mujeres en el campo de la salud obtengan apoyo que de
otro modo no tendrían.
Este artículo describe el rol
de las redes sociales para contribuir al empoderamiento de las mujeres en
medicina y discute las oportunidades de utilizar estas redes como herramienta para acceder a mentoría y consejeros experimentados como modelos a seguir;
el apoyo e interacción entre pares; y el acceso a información y educación continua
en el campo de la salud.
EVOLUCIÓN DE LA PARTICIPACIÓN
FEMENINA EN EL CAMPO DE LA MEDICINA
Históricamente se ha evidenciado
un rezago en la participación femenina en el campo de la medicina a nivel
mundial y también en nuestro país (2). En los primeros 50 años
desde que las mujeres ingresaron a estudiar medicina en el Perú, solo se tuvo a
cuatro médicas (2). Sin embargo, en las últimas décadas el interés de las
mujeres por estudiar medicina, y otras carreras universitarias, se ha
incrementado (2). Según el Instituto Nacional de Estadística e
Informática del Perú, las egresadas universitarias representaron más de la mitad
(56,6%) de la población de egresados universitarios entre 21 a 30 años a nivel
nacional el 2014 (12).
Además, la proporción de
mujeres médicas colegiadas en el Perú se ha cuadriplicado. Del 14,5% de médicas
colegiadas en 1975 (2) pasamos al 49,5%
el 2016 (13).
Según Ramírez-Orellana y León Rivera (13) al analizar los médicos colegiados registrados
en el Colegio Médico del Perú durante el periodo 2007-2016, encontraron que
entre 2007 y 2009 la relación de mujeres fue en aumento, siendo la razón
hombre/mujer de 1:1,49 el 2009. Sin embargo, dicha relación descendió los
siguientes años y no se volvió a repetir esta situación (13).
Asimismo, existe una brecha en
la participación femenina en la autoría de publicaciones médicas. Según
García-Aguilar et al., al analizar los artículos de la Revista Peruana
de Medicina Experimental y Salud Pública, encontró que solo el 27,8% tuvo a una
mujer como primera autora (14). Esta disparidad puede estar asociada a
los desafíos que enfrentan las médicas y las mujeres que laboran en el campo de
salud, como compatibilizar sus labores de cuidado de niños, familiares o
conocidos en situación de dependencia, y de sí mismas, con sus carreras (15).
Estos desafíos pueden ser incluso más
complejos cuando ocupan puestos subordinados durante el proceso de
entrenamiento, por ejemplo la residencia,
periodo en el que muchas mujeres guardan silencio ante comentarios
machistas o degradables (16).
LAS REDES SOCIALES Y EL EMPODERAMIENTO DE LAS
MUJERES
Las redes sociales pueden
brindar a las mujeres que laboran en el campo de la salud oportunidades que
generaciones anteriores no tenían para expresar sus opiniones, ideas y visión
sobre sus carreras y especialidades (8). Las redes sociales ofrecen
más oportunidades para establecer contactos y conocer personas y lugares.
Dichas plataformas también pueden convertirse en canales de gran alcance para
difundir sus trabajos e investigaciones, lo que, a su vez, puede incrementar
las oportunidades para construir reputación profesional y diseminar sus
portafolios académicos (8).
Las redes sociales están
surgiendo como plataformas para compartir, ayudar y elevar la voz de las
mujeres cuando su voz está restringida, y el tópico de redes sociales y
empoderamiento de las mujeres se está convirtiendo en una herramienta poderosa
para tomar conciencia y acción sobre las circunstancias que pueden estar
atravesando (17).
El empoderamiento de las
mujeres es necesario para un futuro brillante de las mujeres, la familia, la
sociedad y el país, y para que estas tomen sus propias decisiones en su
crecimiento personal (17). Durante mucho tiempo, la voz de muchas mujeres ha
estado restringida y ahora puede diseminarse a través de las redes sociales (17). La
presencia en redes sociales brinda a las mujeres una nueva forma de libertad,
independencia, control, y empoderamiento como nunca antes (17). En
las redes sociales se plantean y responden preguntas y pueden servir para que el grupo brinde soporte tanto
intelectual como emocional (17). Todo ello genera un nuevo tipo de
dinamismo y empoderamiento tecnológico.
OPORTUNIDADES DE PARTICIPACIÓN
EN LAS REDES SOCIALES
A continuación, se discuten tres mecanismos
prioritarios por medio de los cuales las redes sociales, y Twitter en
particular, se pueden convertir en oportunidades para el desarrollo profesional
de las médicas y las profesionales de la salud en general.
Acceso a mentoría
y consejeros experimentados como modelos a seguir
La mentoría
es importante porque un mentor o un consejero experimentado comparte
conocimientos y experiencias que permiten desarrollar destrezas para guiar a
su discípulo o mentorizado en el inicio de su camino
dentro del ámbito científico profesional, en una relación basada en la
consideración mutua (18). Identificar un modelo a seguir en un profesional
experto que «se parezca a uno» facilita el proceso (7). Sin embargo,
programas formales de mentoría son poco frecuentes en
el Perú (19).
En el mundo existen programas de mentoría en
instituciones académicas para médicas y profesionales de la salud que inician
sus carreras. En Estados Unidos, existen conferencias y seminarios de liderazgo
para mujeres organizados por la Asociación Americana de Escuelas de Medicina
(AAMC, por sus siglas en inglés), cuyas actividades pueden seguirse en su
cuenta de Twitter (@AAMCProfDev), o grupos como la
Asociación Americana de Mujeres Médicas (AMWA, por sus siglas en inglés) que
comparten sus actividades a través de su cuenta de Twitter (@AMWAdoctors). Estas asociaciones se esfuerzan por conectar
a las mujeres en ámbitos académicos de la medicina con apoyo, tutoría, y
seminarios en línea (7). Sin embargo, la capacidad de conexión para los
mentores y mentorizados se encuentra limitada por
factores como la distancia, el tiempo dedicado para la mentoría,
y la poca cantidad de mentores (7). Es fundamental que instituciones
académicas y colegios profesionales promuevan cursos y programas de liderazgo
para mujeres profesionales en el campo de la medicina y la salud, y que se
complementen con el uso interactivo de las redes sociales, como Twitter (9-11).
Los educadores también se han
dado cuenta de la necesidad de recurrir a redes de aprendizaje paralelas para complementar información y
han recurrido a Twitter y a otras plataformas sociales como extensiones del
entorno de aprendizaje (20). Las relaciones desarrolladas en
Twitter pueden ayudar a llenar los vacíos de los métodos más tradicionales de
enseñanza y mentoría en persona (21).
Para ello, una forma de entablar y buscar potenciales mentores y contactar con
profesionales e investigadores se da a través de los hashtags o
etiquetas que permiten ubicar palabras específicas sobre un tema y participar
en discusiones con personas de todo el mundo en seminarios, conferencias y
congresos (10).
El valor de acceder a un gran
grupo de profesionales que pueden convertirse en modelos a seguir, potenciales
mentores y sobre todo siendo del mismo género en las redes como Twitter puede
ser particularmente importante en situaciones en las que estas relaciones no se
encuentran disponibles de manera uniforme para residentes médicas o profesoras
jóvenes (7).
Por ejemplo, la cuenta en Twitter @WomenInThoracic
está orientada a médicas interesadas en la cirugía cardiaca y torácica, ofrece tutoría a cirujanas jóvenes y oportunidades
educativas para cirujanas torácicas. Toda esta interacción y comunicación en
comunidad promueve aprendizajes informales y contribuye positivamente a la
creación de capital social (7).
Además, en el tema de
liderazgo, es necesario que las mujeres identifiquen y construyan relaciones
con sus pares que las apoyen a construir y desarrollar un liderazgo propio (22).
Twitter proporciona un foro alternativo para que las profesionales de la salud
se conecten más allá de los espacios tradicionalmente liderados por varones.
Movimientos como #HeforShe resaltan esta necesidad e
identifican a aquellos que están dispuestos a participar en campañas de
sensibilización generadas en las redes sociales (22). Aunque es casi
imposible que los mensajes de 280 caracteres disponibles en el Twitter
constituyan una tutoría sustantiva, la plataforma prepara el escenario para que
muchas profesionales conozcan y accedan a mentores o consejeros experimentados
con los que de otro modo no tendrían la oportunidad de conectarse. Estas
conexiones pueden entonces promover mentorías
informales y formales para apoyar el desarrollo de las profesionales de la
salud (8).
Apoyo e interacción entre pares
Las médicas y profesionales de
salud discuten una variedad de incidentes y problemas en las redes sociales,
incluidos temas sensibles o personales que históricamente se habrían compartido
solo de forma privada. Dado que las redes sociales están disponibles las 24
horas los siete días a la semana, las mujeres pueden conectarse a su
conveniencia. Hace más de una década, Robinson describió los estereotipos de
las médicas como «demasiado sensibles» si expresaban inquietudes sobre
cuestiones que les eran exclusivas como la necesidad de contar con espacios
para lactancia en eventos o conferencias médicas (23). Robinson
describió los factores estresantes específicos para las médicas (23),
incluyendo discriminación en el lugar de trabajo, la falta de modelos a seguir
y mentores, remuneraciones más bajas y menos recursos que los que recibieron
sus pares, y el conflicto de roles entre la maternidad y su vida profesional,
temas que siguen siendo de mucha relevancia hoy en día.
¿Qué temas se podrían abordar
con la interacción entre pares en las redes sociales? Repasemos la situación
por la que atraviesan muchos profesionales de la salud a nivel nacional y
global. En 2016, Jagsi et al. encontró en una muestra de investigadores clínicos de la
Universidad de Michigan (Estados Unidos), que el 30% de las mujeres y el 4% de
los hombres informaron haber sufrido acoso sexual (24). Jagsi señaló que después de que se publicó el estudio,
ninguna de las mujeres que habían experimentado acoso había denunciado esos
incidentes a ningún líder de su organización (25). Jaqsi
menciona la influencia de culturas institucionales desafiantes, la cultura
machista, con lugares de trabajo dominados por hombres que mantienen
«conversaciones de vestuario» lascivas o que excluyen a médicas de eventos
sociales masculinos, dejándolas sin aliados en los que puedan confiar después
de sufrir una indignidad o alguna agresión (25).
En Perú, de acuerdo a un
estudio de Vidal Panduro et al. (26) basado en los datos de la
Encuesta Nacional de Satisfacción de Usuarios de Salud del 2016, se encontró
que de 2216 médicos el 25,2% (583) reportó haber sido víctima de al menos un
hecho violento; 13,1% (353) de amenaza; 19,8% (462) de insulto; 2,1% (65) de
agresión física; y 1,6% (22) de acoso sexual en los últimos 12 meses. No
diferencian en su análisis por sexo. En Lima, Taype-Rondán
et al. (27) encuestaron a
médicos egresados de una universidad privada y encontraron que el 23,9%
reportaron haber sufrido acoso sexual alguna vez durante su internado, de los
cuales el 35,7% identificó que el agresor fue un paciente o familiar, y el
64,3% identificó que fue un profesional de la salud. Los autores encontraron
que el acoso sexual fue mayor en mujeres, en menores de 25 años y en sedes que
no fueron del Ministerio de Salud. Por su parte, Munayco-Guillén
et al. (28) aplicaron una
encuesta en una muestra de estudiantes de medicina de Ica y encontraron que el
tipo de maltrato más frecuente fue haber recibido más de una vez comentarios
negativos o despectivos (89,8%) y haber recibido críticas injustificadas
(82,1%).
Las redes sociales pueden
ayudar a compartir estos tipos de experiencias, y se ha visto con otros tipos
de acoso a la mujer. Por ejemplo las mujeres usan varios mecanismos de Twitter
para encontrarse y establecer comunidades virtuales. El movimiento popularizado
por Alyssa Milano a través de Twitter con el hashtag
#MeToo para que las mujeres dieran a conocer las
violencias sexuales a las que se habían enfrentado se volvió viral y propició
que mujeres de todo el mundo se animasen a testimoniar sus experiencias de
acoso y violencia sexual (29). Luego apareció el hashtag #Yotambién para compartir experiencias similares en español.
En el ámbito médico, usuarios en Twitter comenzaron a utilizar los hashtags #MeTooMedicine, #WomeninMedicine o
incluso #WomenInSTEM para compartir situaciones por las
que atraviesan las colegas y conseguir apoyo en las redes sociales (8). Las
estudiantes de medicina a menudo usan el hashtag #GirlMedTwitter,
y las cirujanas, el hashtag #ILookLikeASurgeon.
Estos hashtags pueden usarse junto con otros relacionados con la
especialidad (por ejemplo: #diabetes) o pueden unirse en Twitter a grupos que
apoyan a las mujeres médicas como @WomenSurgeons y @womenMDinanesth para encontrar a colegas con ideas afines o
similares con quienes compartir ideas. En español existe el hashtag #MujeresEnMedicina y la cuenta @Mujeresenmed
que difunde mensajes sobre liderazgo de las mujeres en medicina en la red y
promueven mentoría, y @Medicinamujeres,
espacio creado para difundir los logros de las mujeres en medicina.
Shillcutt y Silver consideran que las redes sociales pueden ofrecer a
las médicas y profesionales de salud mecanismos adicionales para afrontar y
proporcionar nuevas vías para compartir información y quizás reducir el estigma
asociado con el acoso sexual, al burnout o agotamiento y a la cultura laboral, al permitir que las
experiencias se compartan y validen, disminuyendo el aislamiento social y los
sentimientos de soledad o incluso de autoculpa (8).
Los grupos en línea enfocados
para médicas en español aún son limitados, pero estimamos que se incrementarán
en el futuro, ya que proporcionan soporte para superar las barreras y superar
los obstáculos para el desarrollo profesional, incluyendo la discriminación de
género. A medida que las médicas formen comunidades con profesionales afines
que compartan experiencias similares, será importante investigar la capacidad
de dichas comunidades para disminuir o eliminar las barreras de género en la
medicina.
Acceso a información y
educación continua
Las plataformas como Twitter
también se utilizan para comunicar mensajes educativos clave sobre
investigación u otros temas (9). El uso de Twitter por parte de los
médicos ha crecido dramáticamente en los últimos años como un medio para
promover la educación y vincular a los médicos con intereses comunes (10-11).
Las médicas y profesionales de salud pueden compartir en Twitter noticias e
investigaciones que resulten relevantes para la comunidad, y con ello, las
redes pueden servir de apoyo para construir y fortalecer su reputación
profesional y promover sus carreras académicas (9).
La difusión de investigaciones
en las redes sociales puede ser especialmente beneficiosa para las mujeres, ya
que no depende de la tutoría ni de las invitaciones a conferencias, áreas en
las que las mujeres tienden a estar en desventaja (10-11). Las mujeres que
publican en revistas biomédicas pueden conseguir comentarios o nuevas ideas
sobre sus trabajos de investigación a través de métricas alternativas, que
están creciendo en importancia. Para incrementar el impacto de las
publicaciones es recomendable incluir en el mensaje de Twitter el identificador
«DOI» del artículo de la revista, para poder rastrear el alcance del artículo
en línea. Muchas revistas especializadas comparten alertas y las publicaciones
de sus números incluyendo los simposios a través de sus cuentas de Twitter, tal
es el caso de la Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública, a
través de su cuenta @rpmesp. Cabe resaltar que el
2016 la Clínica Mayo (Estados Unidos) se convirtió en uno de los primeros
centros médicos académicos en incluir el uso de las redes sociales dentro de
los criterios de promoción para sus profesionales, tomando como referencia unas
directrices que pueden ser consideradas por instituciones peruanas para fomentar
e incentivar el uso de las redes sociales en los profesionales de la salud (8).
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Los médicos y profesionales de
la salud de todas las edades están utilizando las tecnologías de información y
comunicación (30), incluyendo las redes sociales; y muchas mujeres se
están comunicando en plataformas virtuales para conectarse entre sí y apoyarse.
La gran cantidad de mujeres médicas que participan y su compromiso sugieren que
se valoran estas conexiones en línea. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que
para las médicas puede existir un riesgo reputacional
involucrado en apoyar públicamente la equidad de género u otros esfuerzos de
diversidad e inclusión (8). Asimismo, es importante recordar que el
comportamiento en redes sociales debe ser siempre profesional. Como menciona
Curioso (9): «El respeto a la privacidad y al buen nombre, y el
comportamiento deontológicamente correcto se vuelven obligaciones constantes en
las redes sociales. Así no existan normas o disposiciones legales que lo
obliguen. Esto es una manifestación de auto-regulación o profesionalismo».
Debemos considerar que, para
bien o para mal, las redes sociales también registran de manera permanente el
comportamiento no profesional. Por ello, es importante evitar la publicación
de mensajes amenazadores, obscenos, hirientes, abusivos, vergonzosos o
comentarios difamatorios (9). Es necesario también estar atento a los
riesgos de intimidación en línea y el acoso cibernético a los que puedan estar expuestas particularmente el personal de salud
femenino.
Es importante promover una
cultura de usar Twitter adecuadamente entre los académicos. Las universidades
incluso podrían promover el uso adecuado de plataformas sociales entre sus
docentes e investigadores. Recomendamos a las universidades que cuentan con
carreras relacionadas con las ciencias de la salud que diseñen e incluyan, en
sus programas de formación, objetivos curriculares específicos para enseñar a
los estudiantes, docentes, residentes, médicos asistentes e investigadores
sobre el comportamiento profesional en las redes sociales. Los programas de capacitación deben incluir
talleres sobre cómo sacar el máximo provecho de Twitter, facilitados por
profesores experimentados en su uso. Cuando los docentes e investigadores publiquen
artículos, se les debe alentar a compartirlos a través de Twitter. El uso de
Twitter debe ser reconocido como parte de las actividades rutinarias de las
actividades académicas (por ejemplo, en eventos y conferencias). Finalmente, se
necesitan desarrollar estudios en nuestro país que evalúen si las redes
sociales aportan al desarrollo profesional de las mujeres en los campos de la
medicina y la salud.
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Fuentes de financiamiento: Autofinanciado.
Citar como: Espinoza-Portilla E, Linares-Cabrera VJ. El rol de
las redes sociales y el empoderamiento de las mujeres en medicina. Rev Peru Med
Exp Salud Publica. 2019;36(2):136-41. Doi: https://doi.org/10.17843/rpmesp.2020.371.5092.
Correspondencia: Elizabeth Espinoza-Portilla. Correo electrónico: eespinozap@esan.edu.pe
Contribuciones de autoría: Todos los autores participaron en la concepción,
diseño del trabajo revisión crítica y aprobación de la versión final. EEP
realizó la redacción inicial del artículo. Todos los autores se hacen
responsables de los aspectos que integran el manuscrito.
Declaración de conflictos de interés: Los autores declaran no tener conflictos de interés
en la publicación de este artículo.
Recibido:
10/01/2020
Aprobado:
11/03/2020
En línea:
23/03/2020